Debo decir que no están ni Kyoto, ni Nara, ni Kanazawa, ya que estas ciudades las he visitado en otros momentos... Así que en próximas entregas ;)
Día 1: Kyoto - Himeji-Hiroshima
Salí de Kyoto a las 8:02, con lo que a las 9 estaba en Himeji y a las 10 en el castillo. Impresionante, por algo es el más famoso de Japón. Tuve la suerte de que los trabajos de restauración acababan de empezar y apenas tapaban el edificio principal.
Después de ver el castillo, un jardín aledaño y darme un paseo rodeando la fortificación, volví a la estación y cogí el Shinkansen a Hiroshima a las 14:00. Allí llegué, fui al hotel y salí a aprovechar la tarde, soleada. Pasé por las afueras del castillo (obviamente restaurado) y me dirigí al A-Dome y el Parque de la paz. En otro post hablo de ello, y la imagen de esta ciudad, que por lo demás me encantó, no puede ser más que esta:
Día 2: Hiroshima - Iwakuni – Yamaguchi - Hiroshima
Al día siguiente, decidí hacer un par de excursiones, aprovechando en JR pass. Primero fui a Iwakuni, pueblo cercano que cuenta con un famoso puente de madera, además de un castillo con fantásticas vistas sobre el mar.
Por la tarde, y tras haber comido unos estupendos nikku udon con una Asahi descomunal, cogí el Shinkansen hacia Yamaguchi, pueblo al que llegué tras un transbordo. Con una tarde sin una nube, me dediqué a pasear el pueblo en dirección a su famosa pagoda, una auténtica maravilla, y más en un día como aquél.
Día 3: Hiroshima - Miyajima
Al día siguiente me fui a Miyajima, una isla muy cercana a Hiroshima, que cuenta con uno de los 3 “paisajes escogidos” de Japón, y que no es otro que la famosa Tori que queda parcialmente sumergida durante la marea alta. Haciendo caso a varios blogs y a la Lonely Planet, decidí quedarme una noche, puesto que aseguraban que el agobio de turistas que la invaden por el día desaparece por la noche. Subí al monte Misen, una fantástica y accesible montaña con fabulosas vistas, visité distintos templos, y por la noche, después de cenar, salí a dar una vuelta. Completamente solo, sin coches, con calles sin pavimentar, me pude tomar todo el tiempo del mundo para hacer fotos, así que os dejo con una nocturna. No lleva reducción de ruido ni nada, tan sólo está un poco recortada.
Día 4: Miyajima – Takayama
Después de un ferry, un tren local, un Shinkansen, una paradita en Kyoto, otro Shinkansen y un tren regional, llegué a Takayama en un día precioso y muy frío. El trayecto en tren desde Nagoya se hace corto por lo bonito que es.
Día 5: Takayama – Kamikochi – Takayama
Espectacular. Un paisaje de postal en un día entre 100, soleado, sin viento, con buena visibilidad. Entre los bosques, el río de aguas cristalinas, las montañas nevadas, los monos y la laguna de cuento de hadas éste es uno de mis mejores recuerdos de Japón. Un sitio para volver con tiempo. Yo era el único occidental por allí. La foto, con la S90, que había que andar y entre el agua, comida, chubasquero y guía la mochila ya pesaba bastante... Sólo eché en falta la D90 (y en realidad era el 18-200) con los monos; por el resto, una gozada de bolsillera.
Día 6: Takayama – Ogi-Machi – Takayama
Aunque sea un pueblo algo artificial, porque han juntado muchas de las casas que hace tiempo estaban separadas por varios quilómetros, vale mucho la pena, por ver las particulares barracas de los japoneses. Es un sitio guiri, así que hay que evitar los fines de semana, cosa que yo no pude hacer.
Día 7: Takayama – Tokyo
Tokyo fue la última parada, al contrario que en muchos otros viajes, en los que es la primera. ¿Por qué lo hice así? Ni idea, pero me alegro, porque el tiempo los últimos dos días ya no fue tan bueno. Llegué, hice el check-inn, y salí a dar una vuelta por Shibuya (primera foto) y Shinjuku (vista desde el mirador del Gobierno de Tokyo, gratuito; con la S90 y exposición larga, a través de un cristal algo sucio, así que la calidad no es muy allá). Es una ciudad excesiva, y quizás la parte que menos me entusiasmó del viaje. Akihabara, Shibuya, Shinjuku, la Electric Street, Ginza y demás las vi con ojos de observador externo, pero sin emoción, sin la sensación de estar dentro de algo único y fantástico que experimento cuando paseo por los templos menos visitados de Kyoto o en Kamikochi. Quizás por eso me compré el bono Grutt de museos y visité unos cuantos, que valían, y mucho, la pena (pero eso es para otro post).
Día 8: Tokyo
A pie y sin usar el transporte público, me recorrí Ginza y la zona de la Tokyo Tower, así como algunos jardines. Visité el museo Bridgestone, ya que me habían regalado una entrada para una exposición temporal de impresionistas franceses. Me gustó esta estampa, mezcla de modernidad y tradición, que sólo puede darse en Tokyo.
Día 9: Tokyo
Museos de la zona de Ueno, el Nacional (su British o Louvre, básico para entender el arte japonés), el de Ciencias Naturales (se notan los años en algunas exposiciones, pero vale mucho la pena) y el de Arte Occidental (que tiene algunas buenas pinturas, y otra vez bastantes impresionistas franceses). Después de eso, andar, andar y andar. ¡Y después, nada mejor que un bol de ramen o una brocheta de pollo!
Día 10: Tokyo – Kyoto
Después de visitar el Miraikan (Museo Nacional de las Ciencias Emergentes, una maravilla de interactividad y didáctica), que está en la zona de la bahía y rodeado de edificios modernos y un paisaje bastante distinto al del centro de la ciudad, y el museo de fotografía (algo decepcionante, pero con una buena exposición sobre las primeras fotografías en Japón y el retrato de los samuráis), volví al hotel a recoger la mochila (¡sí, me cupo todo en una mochila!) y me fui hacia la estación. Allí cogí un tren, para el que compré el billete 4 minutos antes de la salida (tienen mostradores sólo para los trayectos del día, con el fin de agilizar la venta) y que en dos horas y veinte minutos me dejó en Kyoto, cansado pero contento y feliz de haber visto tantas cosas y de conocer un poquito más este fantástico país.
Me gusta :) Con qué cámara has hecho las fotos?
ResponderEliminarPodrías ponerle la canción de los Chemical Brothers "Star Guitar" al vídeo, el videoclip es igual.
ResponderEliminarEn muy buen resumen, con datos técnicos sobre cámaras incluidas xD
ResponderEliminarEs el típico post que te da envidia (y no sana, que eso no existe). Tu colega yéndose de vacaciones con tus impuestos. Gracias a gente como tú así nos va en la Comunitat.
En fin, como pone en una pintada en la parada de metro de Alameda: CAMPS CATALANISTA.
Amps:Gracias ;)
ResponderEliminarLas fotos 1,2,3,4,7 y 10 con la Nikon D90 y el Nikon 18-200 F3,5-5,6
La foto 5 con la Nikon D90 y el Tokina 11-16 F2,8
Las fotos 6,8,9 con la Canon S90
Coder:no tengo palabras. Me has pillado, gracias a vuestro sudor y a los recortes de sueldo de Zetaparo puedo entrofarme comiendo sushi del bueno y fideos melosos.
Perturbadora la pintada...
Ei, no enganyes! La penúltima foto, la del "suposat" Tòquio de nit, és un "pantallazo" de Blade Runner XD
ResponderEliminarGran!
increíble...Andreu...recortando 38 gb en 10 fotos...te lo has hecho mirar???
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