jueves, 3 de febrero de 2011

Ramen en mi casa (el regalo de Rie-san)

Tengo ganas de postear, pero no tengo tiempo, por mucho que me esfuerce en buscarlo debajo del sofá o entre las sábanas, así que pasan semanas sin actualizaciones por aquí, lo que no me gusta un pelo. No me gusta porque quizás parece que tengo menos que contar, aunque tengo bastantes cosas pendientes (algunos posts están a medio escribir desde mayo); no me gusta porque aún cuando esto parece un blog de colegas, siguen llegando comentarios y eso me anima a seguir, aunque sea sólo un poco más, aunque sea sólo hasta contaros lo que tengo anotado en un Word en un rincón cualquiera del ordenador.

Y ahora le ha tocado el turno a un par de fotos redescubiertas. Hace un par de meses, vi a Rie-san, de la que ya os hablé en otro post, y me regaló lo que más ilusión me podría hacer de su país: Ramen. No el Ramen de los Cup Noodles, ni mucho menos el de las copias chinas u holandesas; Ramen-Ramen, el que podías comprar en los establecimientos más famosos para llevarte a casa. Los que me conocéis sabéis mejor que nadie la tabarra que he dado con el Ramen, así que mejor regalo, imposible. Foto sin abrir:



Aunque la preparación del "pack" era muy básica (agua, fideos y sopa concentrada), se puede mejorar, cosa que hice siguiendo los pasos de "Cooking with the Dog", en el capítulo en el que cocina Yakibuta Ramen. Lo de cooking with the dog es literal: la mujer cocina con un perro al lado, tal cual. El vídeo me lo descubrió María; eso sí, ¡ya no sé de dónde lo sacó ella!

Yo hice mi versión rápida, y teniendo en cuenta que me faltaban algunos ingredientes. Freí las costillas de cerdo, y después las puse a hervir a fuego muuuy lento junto con un poco de cebollino. Mientras, herví un huevo (5 minutos) y lo puse a macerar un poco con salsa de soja y ginebra (en teoría es sake, pero no tenía) al 50% previamente calentada en el microondas. Antes de hervir los fideos y el agua para la salsa, saqué las costillas de cerdo y las volvía pasar por la sartén, fileteadas, con la salsa de los huevos, que ya había partido. Una vez hecho todo, se pone en un bol la salsa, los fideos, la carne, los huevos y se adorna al gusto con brotes de soja (no estaban muy allá) y cebollino (demasiado gusto a cebolla, el de Japón era más suave). Y queda algo como esto, que ya es bastante para mis limitadas aptitudes culinarias:




Y con esto, una Voll-Dam y unos palillos, soy más feliz que Alejandro Sanz en una tienda de fotografía con licencia exclusiva de Canon.

2 comentarios:

  1. No te lo puedes poner como obligación. Si posteas, bien, y sino, también. Nos pasa a todos esto. Quieres contarlo pero quieres contarlo BIEN, y eso pasa por dedicarle un tiempo que no tienes. Acabas con un tweet y a correr, pero ye, que nadie te exija más xD

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  2. Sabio consejo. Pero me jode, que dentro de poco hará un año que me fui, y hay cosas que tengo en un Word en formol desde entonces...

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