miércoles, 28 de abril de 2010

La vida en Japón es muy fácil

Todo el mundo pronosticaba un shock cultural, un cambio radical entre Valencia y Kyoto, pero no sólo no es así, sinó que cada día que pasa veo más cosas en común, aún a pesar de algunas diferencias que me hacen darme cuenta de dónde estoy. No me gusta generalizar, pero tendré que hacerlo, porque de lo contrario no hay forma de comparar dos culturas, o dos países.

La vida aquí es fácil, te la hacen fácil, y yo me encuentro muy agusto. De hecho, dudo que si me hubiese ido a vivir fuera de casa en Valencia estuviese tan bien. Tiene cojones que en Bélgica tuviese más malentendidos en bares y restaurantes que en Japón en el mismo tiempo. Allí, desde no hacer visible que te habían escuchado dar las gracias, hasta servirte platos equivocados, pasando por vender tickets de tren que no eran. Todo eso en 4 días. Aquí, en un país en el que el inglés está al nivel de España en los 70, en el que pocas cosas están en romaji, en el que he pedido platos que ni conocía en un idioma en el que sólo sé 4 palabras, en el que he entrado en tiendas de pueblo y he cogido trenes de cercanías en el que sólo viajan japoneses, en el que he comprado en droguerías y en panaderías de barrio, no he tenido ni un solo malentendido, me han atendido perfectamente y lo han hecho todo facilísimo, sin contar lo agradable que es entrar a un sitio con todo el personal sonriente (os juro que no se les ve forzados) y dispuestos a ayudarte en lo que sea. Para un flamenco, un francés o un inglés, si no sabes su idioma es TU fallo y ya te apañarás, que ellos no van a hacer ningún esfuerzo; para un japonés, SU misión es hacértelo todo lo menos complicado que puedan, y ya se buscarán ellos la vida (gestos, señales, inglés ultra-básico) para hacerse entender. Y que conste que no es sólo cuestión de idioma, es una forma de hacer las cosas.

Aparte de eso, y hablando de similitudes, Kyoto es una ciudad perfecta en tamaño, igual que València. Cierto es que en mi pateo de hace dos días acabé muerto (de 7.00 am hasta las 9 pm y 20 kilómetros según el mapa), pero el caso es que desde la parte sur, donde estoy yo, hasta el centro se puede ir andando. Está claro que si se va de turista lo interesante es llegar cuanto antes para aprovechar, aunque en medio te pierdes una enorme variedad de gente, calles, comercios y ambientes. Es plana, y el tiempo es idéntico ahora mismo, tanto de temperatura como de humedad. Está rodeada de campos de arroz y montañas, aunque aquí los bosques son muy frondosos y llegan al límite de la ciudad. Pero los arrozales (voy a intentar colgar alguna foto aquí o en el flickr en cuanto pueda) presentan un paisaje muy, muy parecido al de l’Albufera, e incluso su historia de desecación, cambios de uso, etc, es muy similar. Pero vamos con tres diferencias.

1) No hay barrios peligrosos. Ninguno. Ni buscando adrede. Ni bajo de un puente (hay pistas de tenis para aprovechar el espacio), ni en un parque por la noche, ni en una calle andando solo. Probablemente haya zonas más deprimidas, pero sólo tenéis que ver la web del Ministerio de Exteriores. La seguridad ciudadana es una percepción más que otra cosa, y aquí se nota la ausencia total de esa percepción. Hay que venir aquí para entenderlo, no se puede explicar. Yo no me lo creía. Ya podéis ver que sólo han hecho falta un par de días aquí.

2) Decía que Kyoto es parecida a València. Que es llana, que tiene un tamaño similar, un clima similar. Entonces, ¿por qué aquí hay tantas bicis? ¿Por qué la gente, ejecutivos incluidos, va en bici? No es sólo Kyoto, está claro, otras ciudades españolas y europeas tienen un panorama similar, pero la comparación con Kyoto es la más ajustada por orografía y extensión. Incluso me atrevería a decir que Valencia es aún mejor que Kyoto para ir en bici: llueve menos, hay rondas interiores y tiene una arteria verde como el río. Saquen sus propias conclusiones.

3) Está LIMPIA. Pero limpia quiere decir limpia como el suelo de tu casa. O más. Después de 14 horas andando contabilicé 2 colillas, 1 papel y 1 pequeño plástico. Seguro que tenéis más mierda en la cocina y el comedor que todo el centro de Kyoto junto. El plástico era de Chupa-Chups, o sea que ya sabemos de dónde venía. La estación de Kyoto es un edificio impoluto, pese a la cantidad de gente que lo transita y su extensión. En Europa, por avanzada que sea la ciudad, las estaciones de tren son invariablemente de lo peorcito que hay: reventados y camellos en Ámsterdam, ladrones y pedigüeños en París y tirados y borrachos en Bruselas (uno de los días estaba la policía deteniendo a un par de personas). La estación de autobuses de San Francisco (una ciudad maravillosa, aunque con su reverso oscuro) es la peor en la que he estado (rivalizando con la de Sacramento); probablemente un paseo por el Bronx en plena noche fuese más seguro y agradable. ¿Cómo puede estar tan limpia? Una ciudad se ensucia cuando se dan 2 circunstancias: la gente es guarra (ejemplo clarísimo: Valencia) y se limpia poco y mal. Aquí se da la inversa: en la vida verás a un japonés tirar algo al suelo (es más, ni tan siquiera lo verás tirarlo al receptáculo equivocado, porque aquí NO hay papeleras por la calle, sino, muy de tanto en tanto, mini-contenedores para los distintos tipos de residuos), y están constantemente limpiando, aunque no esté sucio. Esta mañana, por ejemplo, he visto a un grupo de 7 personas vestidas con traje de oficina, 2 mujeres y 5 hombres de distintas edades, bajar a la calle con escoba y recogedor. Obviamente no son trabajadores de la empresa de limpieza, puesto que ese caso llevarían un atuendo adecuado. Son gente que hace eso de forma ocasional, y por lo tanto, voluntaria. Y sí, se han puesto a barrer la calle, un ejecutivo mayor hasta se ha arrodillado a arrancar UNA A UNA las plantitas que crecen en la acera, una mujer ha arreglado las flores del jardín… ¿Captáis la idea? CUIDAN su calle. Y estoy seguro de que ni tan siquiera es donde viven, sino donde trabajan. Toma ya.

Y lo dejamos aquí, que yo se supone que he venido a este país a trabajar, y me toca ponerme otra vez en el asunto, después de parar un momento a comer.

Ja mata ne!

4 comentarios:

  1. Múnich em va deixar una sensació semblant a la que comentes de Kioto. Netedat absoluta i nul·la inseguretat. Pel que comenten de Japó allò deu ser encara més impressionant.

    El que no acabe de comprendre, és a dir, coses com el de la neteja està clar que es culpa nostra, de la ciutadania en general. Però, la inseguretat? Que hem fet nosaltres mal? Com aconseguixen eixa sensació a l'hora de caminar pels carrers, a qualsevol hora i en qualsevol part de la ciutat?

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  2. La sensación de seguridad yo también la viví en los paises nórdicos, salía a correr a las 8 de la tarde ( como las 12 aqui) por calles apenas iluminadas,sin gente e incluso en Helsinki me iba por un bosque...y tenía la sensación de estar más segura que en el Turia rodeada de gente!!Como mucho te encontrabas a un borracho superrespetuoso que hacía lo que podía para cargar con su borrachera y en ningun momento te molestaba!!

    Lo de las bicis, no comments!!! Nevando y a -5ºC he visto yo a gente ir en bici...claro,en una ciudad plagada de carriles!!

    Lo de cuidar las calles era algo que antes sí que se hacía en las ciudades y que todavía se sigue haciendo en los pueblos...lo de barrer tu trozo de la acera y cuidar las plantas que aunque sean responsabilidad del Ayto, están enfrente de tu casa y quien las acaban regando, podando...son los vecinos...por lo menos en mi calle del pueblo...aunque supongo que en Japón será de forma mucho más exagerada.

    Me alegro que estés de maravilla...ya nos cuentas qué tal va todo por el blog, besets!! Charo

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  3. Como estas ?
    mi nombre es sergio
    yo vivi lo mismo que vos, estuve un mes en Japon y lo extraño con locura, ya pasaron 2 años.
    las bicis, el silencio, el respeto, el orden, el respeto, todas cosas que no EXISTEN en mi pais.
    Lo unic que pienso cada dia es regresar el problema es que solo el pasaje me sale mas de 2.000 dolares
    Ya regresare, un abrazo desde Argentina y termines bien el año

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  4. Hola Sergio,
    yo cada día lo extraño más... me acabo de mudar y mi nueva zona... en fin, es tan sucia que yo creo que los japoneses se suicidarian en masa si pasearan por aquí, donde tampoco existen la mayoría de las cosas que admiraba en Japón.
    Espero que tengas suerte y encuentres alguna oferta para volver, aquí hace poco vi un billete por "sólo" 530 euros (unos 650 USD, creo), pero no podía ir...
    Un abrazo!

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