Dos mujeres. Dos fotografías. O dos sitios de Kyoto muy diferentes. O quizás no tanto.
De paseo en el Kennin-ji, me giré rápido (no me gusta hacer fotos directamente, como si las personas fuesen una atracción turística), llevaba la S90 y sólo pude hacer un disparo antes de que un par de abueletes me jodiesen la escena. Es lo que hay. Sin retoque, por tiempo, formato y ganas.
Me estaba guardando la D90 (acoplada al 35mm, que era de noche), para cruzar la estación de Kyoto, cuando por alguna razón me llamó la atención esta mujer que corría como si perdiese el tren. Quizás lo estaba perdiendo, vaya. Pelín recortada, pero nada más. Me gusta la luz; ¿para qué cambiarla?
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