Días antes de venir a Japón, recuerdo que la Cadena Ser ponía machaconamente el anuncio del musical "Sonrisas y Lágrimas" en Hoy por Hoy. Lo escuché tantas veces yendo a la Universidad, que al final se me quedó la musiquita. A mí, y a María, porque al final nos descubríamos tarareándola sin querer, mientras hacíamos la cena o paseábamos. Sólo es comparable a la de Bic Camera o Yodobashi, dos tiendas japonesas de electrónica. O a la de "Centrolandia", que por proximidad y capacidad de penetrar hasta lo más profundo de mi cerebro aún me sale, aleatoriamente, de vez en cuando.
El caso es que, encima, nunca he visto esa película (aunque sabía de su existencia por lo mucho que le gustaba a mi abuela y por un par de parodias de Padre de Familia), pero parecía perseguirme cuando, en el mismo edificio de investigación, me encontré esto:
Al llegar a Japón creí encontrarme a salvo, pero no. En la estación de Kusatsu, un pueblo al noreste de Kyoto (desde donde cojo el autobús para ir al museo), me encontré este cartel, anunciando el musical para... ¡Junio! Me da miedo poner la radio...
Ostras, cómo me he podido reír. Si es que hasta leyendo tu post el subconsciente me ha traicionado tarareándola silenciosamente en el cerebro... Pero qué pasa?? nos persigue…!!!!!
ResponderEliminar:-)
ResponderEliminarPodia haver estat pitjor. Per exemple, el musical "Españoleando"
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